Por Cristian Fallas, filólogo y colaborador de la Academia Costarricense de la Lengua en la revisión del texto analizado.
1. La Nueva gramática de la lengua española: su relación con otras obras académicas y algunas características generales
1.1. Tal vez las dos diferencias más notorias con respecto a otras obras académicas son su amplitud y la atención que se presta a Hispanoamérica. Por esta razón se incluyen ejemplos de muchos autores de diversas nacionalidades y también se incluyen muchísimas variantes de uso de todos estos países. Además, se definen esas variantes cuando se trata de palabras o locuciones.
1.2. En la Nueva gramática de la lengua española no se pone énfasis en las cuestiones normativas, sino en la descripción gramatical, lo cual se explica claramente en el prólogo (p. XLIII). El fin primordial de esta obra es mostrar cómo es y cómo funciona la lengua española, aunque también tienen cabida las recomendaciones de uso o los juicios normativos por ser una gramática académica.
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1.3. Como se explica en la página XLV, en la Nueva gramática de la lengua española se incluyen muchas citas textuales para representar distintos usos o variantes y describirlos, pero los autores de las obras citadas no se proponen necesariamente como modelos dignos de imitación; por consiguiente, no siempre son representantes de una norma determinada.
1.4. A diferencia de la Nueva gramática de la lengua española, el Diccionario panhispánico de dudas y la Ortografía de la lengua española sí son obras concebidas con fines primordialmente normativos.
1.5. En la Nueva gramática de la lengua española, lógicamente, tampoco se pone énfasis en las cuestiones ortográficas; sin embargo, hay algunos casos en los que se añaden algunas notas de este tipo e incluso se da alguna regla ortográfica nueva, como se verá más adelante.
1.6. En la Nueva gramática de la lengua española no siempre se propone un solo análisis para los distintos fenómenos gramaticales. En los casos polémicos se incluyen las propuestas más generalizadas entre los especialistas. En otros casos se especifica cuál opción se elige para emplearla en el texto.
1.7. Aunque la Nueva gramática de la lengua española no es una obra histórica, se incluyen muchas explicaciones relacionadas con etimologías, por ejemplo, o también se citan autores, palabras, acepciones, etc., de otras épocas para mostrar algún uso que existió hace siglos.
1.8. La Nueva gramática de la lengua española se publicará en tres versiones. La versión amplia está dirigida a estudiosos de la lengua española.
2. Partes de la Nueva gramática de la lengua española
La obra se divide en tres partes: fonética, morfología y sintaxis, pero solamente se han publicado los tomos (dos) correspondientes a las dos últimas.
A continuación se mencionan algunos de los tantos temas de la obra que pueden ser relevantes o nuevos para muchos lectores, especialmente si se toman como base las otras gramáticas académicas. Los números que están entre paréntesis corresponden a los párrafos de la obra.
En el primer capítulo se explican muchos conceptos indispensables para comprender la obra. Se tratan las partes de la gramática y las unidades fundamentales del análisis gramatical (1.1a-1.13u).
2.1. Morfología
En esta parte solo se incluyen los aspectos relacionados con la formación de palabras (los atinentes a los morfemas), como el género, el número, la conjugación verbal y los afijos. También se detallan exhaustivamente los procedimientos para formar palabras, como la derivación, la prefijación y la composición.
Las clases de palabras o partes de la oración (sustantivo, adjetivo, preposición, etc.) son parte de la sintaxis.
2.1.1. Género y número
2.1.1.1. Se explica claramente lo que significa género no marcado y se aclara que no es necesario usar el desdoblamiento de género, como las niñas y los niños, siempre que el género no marcado sea suficientemente explícito para abarcar a los dos sexos: masculino y femenino (2.2a-2.2l).
2.1.1.2. Al igual que se hace en otros estudios gramaticales, en vez de referirse a los sustantivos de género común y sustantivos de género ambiguo, se habla de sustantivos comunes en cuanto al género y sustantivos ambiguos en cuanto al género (2.4).
2.1.1.3. Se ejemplifican muchos usos de sustantivos y locuciones nominales, entre los cuales están los siguientes: pitonisa (femenino de pitón), sacerdote (común en cuanto al género, pero también existe el femenino sacerdotisa), testigo (común en cuanto al género), azúcar (ambiguo en cuanto al género cuando se emplea en singular, pero masculino cuando se usa en plural: los azúcares), cabeza de familia (común en cuanto al género), modisto (masculino), modista (común en cuanto al género), autodidacta y políglota (comunes en cuanto al género) junto a autodidacto y polígloto (masculinos), poeta (común en cuanto al género), poetisa (forma femenina rechazada por las propias escritoras), jefe (común en cuanto al género) junto a jefa (femenino), cliente (común en cuanto al género) junto a clienta (femenino), presidente (común en cuanto al género) junto a presidenta (femenino), jurado (común en cuanto al género cuando significa ‘miembro de un jurado’), jueza (femenino usado en varias zonas, pero no en otras, como fiscala o médica), cabo (común en cuanto al género), soldado (común en cuanto al género), árbitra (femenino de árbitro), notaria (femenino de notario), matemática (femenino de matemático), física (femenino de físico), informática (femenino de informático), música (femenino de músico), política (femenino de político), química (femenino de químico), perita (femenino de perito), agravante (ambiguo en cuanto al género), interrogante (ambiguo en cuanto al género), armazón (ambiguo en cuanto al género), pelambre (ambiguo en cuanto al género), maratón (ambiguo en cuanto al género), sartén (ambiguo en cuanto al género) (2.3j, 2.4a, 2.4i, 2.5d, 2.5e, 2.5h, 2.5j, 2.5m, 2.6a, 2.6c, 2.6f, 2.6g, 2.8a, 2.8e, 2.8f, 2.8g, 2.8l).
2.1.1.4. Se recomienda evitar discordancias como taller automotriz a pesar de estar muy extendidas. Se recomienda, por tanto, emplear en su lugar las formas concordadas: taller automotor (2.3n).
2.1.1.5. Se recomienda evitar el uso de analfabeta como sustantivo común en cuanto al género: el analfabeta/la analfabeta (2.5d).
2.1.1.6. El uso femenino del sustantivo calor no pertenece al español estándar (2.8b).
2.1.1.7. El sustantivo miembro es epiceno, pero también puede emplearse como común en cuanto al género (el/la miembro). No se recomienda la forma miembra (2.9f).
2.1.1.8. Se admiten dos plurales para los sustantivos y adjetivos que acaban en -í: ají (ajíes, ajís), jabalí (jabalíes, jabalís), etc., aunque en la lengua culta se prefiere el morfema -es. Se emplea más la forma en -es en los gentilicios y nombres de etnias: marroquí (marroquíes), pero también se considera correcta la forma en -s: marroquís. Lo mismo ocurre con los acabados en -ú: bambú (bambúes, bambús), canesú (canesúes, canesús). Algunos sustantivos se usan casi siempre con -s, como ocurre con champús o menús (3.2e-3.2j).
2.1.1.9. Alternan las variantes metrópoli y metrópolis, efeméride y efemérides en singular (3.2r).
2.1.1.10. Se incluyen los plurales de las letras, entre las cuales se mencionan a (aes), e (es), i (íes), o (oes), u (úes), ka (kas), cu (cus), i griega (íes griegas), doble u (dobles úes) (3.2w-3.2x).
2.1.1.11. Las palabras pro y contra reciben normalmente los morfemas de plural cuando se emplean como sustantivos: los pros y los contras (3.2z).
2.1.1.12. El plural de té es tés (con tilde) (3.2z).
2.1.1.13. Se recomienda emplear el morfema -s para pluralizar los latinismos en -t y en -m: déficit (déficits), superávit (superávits), médium (médiums), quórum (quórums), etc. (3.3e-3.3i).
2.1.1.14. No se recomienda usar las formas plurales latinas en -a: los currícula, unos memoranda (3.3j).
2.1.1.15. Se distinguen los plurales maltratos (correspondiente al sustantivo maltrato) y malos tratos (del grupo sintáctico mal trato) (3.5g).
2.1.1.16. Se admiten dos plurales en algunas piezas léxicas que se escriben de dos formas por tener dos componentes: el arcoíris (los arcoíris), el arco iris (los arcos iris); puercoespín (puercoespines), puerco espín (puercos espines); medioambiente (medioambientes), medio ambiente (medios ambientes), pero se prefiere el uso de la grafía en una sola palabra (3.5h-3.5i). Estos componentes se estudian en el párrafo 11.7c.
2.1.1.17. Se recomienda pluralizar únicamente el primer elemento de los compuestos del tipo nombre + nombre en los que el segundo componente es determinativo: años luz, camiones cisterna, casas cuna, coches bomba, niños prodigio, etc. (3.5p), aunque hay casos de alternancia, como países satélite/países satélites y otros más (3.5q). Este tema se estudia específicamente en los párrafos 11.5f-11.5ñ.
2.1.1.18. Se tratan los plurales de las abreviaturas, las siglas, los acrónimos y los acortamientos: cap. (caps.), Dr. (Dres.), Relaciones Públicas (RR. PP.), los súper, películas porno, horas extra/extras, las ONG (no se recomienda las ONGs), los módems, los radares (3.7a-3.7ñ).
2.1.2. Flexión verbal
2.1.2.1. Las formas verbales se descomponen en cuatro partes: raíz, segmento VT (vocal temática), segmento TM (tiempo y modo, y se considera que el primero abarca al aspecto), segmento PN (persona y número) (4.1c y ss.).
2.1.2.2. Se emplea la terminología del Esbozo junto a la de Bello (4.1k y 4.15.).
2.1.2.3. Se prefieren las formas alineo, alineas, etc., en vez de alíneo, alíneas, etc. (4.8e).
2.1.2.4. No se consideran pertenecientes a la lengua culta conjugaciones como estas: negoceo, financea, rocea. Las formas cultas son negocia, financia, rocía (4.9d).
2.1.2.5. Los verbos agriar, expatriar, paliar, repatriar se pueden conjugar con hiato o diptongo: agría/agria; expatría/expatria, etc. (4.9h).
2.1.2.6. Los verbos en -cuar también pueden tener formas diptongadas o con hiato: adecúa/adecua, evacúa/evacua, licúa/licua (4.9i).
2.1.2.7. Alternan las formas con diptongo y las regulares en el caso de templar y destemplar. Se prefiere la variante sin diptongo en el caso del verbo invernar: inverno, invernas, etc. Lo mismo con hibernar (4.10e).
2.1.2.8. El verbo engrosar puede emplearse con diptongo o como regular: engrueso/engroso, pero se prefiere la conjugación con diptongo (4.10k).
2.1.2.9. Los verbos bendecir y maldecir, a diferencia del verbo decir, no presentan síncopa de las grupo ec en el futuro y el condicional simples: bendeciré, maldeciré; bendeciría, maldeciría, etc. En cambio, los verbos desdecir, contradecir y predecir pueden conjugarse con síncopa o sin ella en esos mismos tiempos: prediré/predeciré, prediría/predeciría, etc. (4.11a).
2.1.2.10. Se considera incorrecta la conjugación de mecer y remecer como agradecer: mezco, remezca, etc. (4.11b).
2.1.2.11. El verbo abolir, considerado tradicionalmente defectivo, ahora puede emplearse en todas sus formas (sin diptongación): abolo, aboles, abolen, etc. Lo mismo ocurre con los verbos compungir y desabrir (4.14d).
2.1.2.12. En los modelos de conjugación se incluyen las formas correspondientes al uso de vos y usted(es) (4.15).
2.1.3. Formación de palabras
2.1.3.1. Se incluyen listas sumamente detalladas de sufijos y prefijos. Además, se explican los orígenes de muchos de ellos y hasta se detallan algunos procedimientos empleados en latín para formar palabras. Hay preferencia por el análisis sincrónico, pero también se explican algunos análisis diacrónicos. Por citar tres de los tantos casos, véanse los párrafos: 7.1, 7.14a y 8.2.
2.1.3.2. En estos capítulos se citan muchísimos ejemplos de variantes empleadas en muchos países; incluso se especifica en qué lugares se usan determinadas palabras y se explican sus correspondientes significados. Por citar dos de los muchos casos, véanse los ejemplos de sustantivos derivados en -zón citados en el párrafo 5.3j: apretazón, bebezón, estremezón, matazón, etc., y los diminutivos (9.5 y 9.6).
2.1.3.3. Se diferencian la derivación por sufijación y la derivación por parasíntesis (8.1b, 8.1h-8.1i).
2.1.3.4. Se destaca la relación entre morfología y sintaxis que se explica en muchos párrafos, como los complementos que admiten los sustantivos derivados con determinados sufijos. Por citar alguno, véase el caso de los sustantivos en -miento (5.4g-5.4i).
2.1.3.5. Se detallan las direcciones de los procesos derivativos, especialmente con sustantivos derivados con los sufijos -a, -e, -o: criterio histórico, formal y lexicográfico, y se explica la propuesta del sufijo nominal nulo (5.7a-5.7g).
2.1.3.6. Entre los sustantivos en -ia se incluye ventriloquía junto a ventriloquia (6.3h), aunque el DRAE solo recoge la última forma.
2.1.3.7. Los sufijos se enuncian junto con los morfemas de género: -oso/-osa, etc.
2.1.3.8. Se considera correcta la variante lejísimo (7.4d).
2.1.3.9. No se recomienda emplear el superlativo antigüísimo en lugar de antiquísimo (7.4i).
2.1.3.10. También se presta atención a usos muy recientes, como las creaciones de adjetivos en -érrimo con intención sarcástica o paródica: guapérrimo, etc. (7.4n); adjetivos en -al: abundancial, controversial, creacional, etc. (7.7ñ); o adjetivos en -ble con bases sustantivas: presidenciable, etc. (7.10p).
2.1.3.11. Las variantes verbales también ocupan muchos párrafos. Véase, por ejemplo, el caso de los verbos que terminan en -ear: abanicar/abaniquear, agujerar/agujerear, etc. (8.5a-8.5k).
2.1.3.12. Los prefijos se clasifican según varios criterios, tal como se hace en otros estudios gramaticales. Se clasifican en adjetivales, adverbiales y preposicionales, o en separables (ex marido, comité pro derechos humanos, la no intervención, manifestaciones anti-OTAN, entre otros) e inseparables (interminable, alocar, excarcelar, antediluviano y muchos más) (10.2f). En esto hay cierta relación con la capacidad para incidir sobre elementos léxicos mayores a la palabra, lo cual tiene implicaciones ortográficas. Precisamente por esta razón, en la próxima edición de la Ortografía habrá una sección sobre la escritura de las palabras prefijadas, y se explicará en qué casos se usan los prefijos con guion, separados de la base o unidos a esta.
2.1.3.13. Se establecen las relaciones entre prefijación y sintaxis (10.4a-10.4t).
2.1.3.14. También se expone la preferencia por una grafía específica, como en el caso del prefijo separable ex: ex ministro (10.4g), de manera que se mantiene la norma expuesta para este prefijo en el Diccionario panhispánico de dudas.
2.1.3.15. Se dedican varios párrafos a otras clasificaciones de los prefijos: de sentido locativo, de sentido temporal y aspectual, de incidencia argumental (reflexivos, recíprocos y colectivos), cuantificativos, gradativos y escalares, negativos, opositivos y de actitud favorable (10.5a-10.11i).
2.1.3.16. El prefijo auto- sirve para expresar énfasis, entre otras cosas, como en medicarse/automedicarse, lesionarse/autolesionarse, etc. (10.7a-10-7c).
2.1.3.17. El prefijo cuasi- puede escribirse separado de la base o unido a ella, pero no se recomienda el empleo del guion (10.9q).
2.1.3.18. Se recomienda usar guion después del prefijo anti- cuando este se antepone a nombres propios, como en anti-OTAN, etc. (10.11g).
2.1.3.19. No se recomienda emplear la forma paraolímpico (10.12f).
2.1.3.20. En la palabra homofobia aparece el acortamiento de la palabra homosexual (homo), no el prefijo homo-, que expresa igualdad o semejanza (10.12i).
2.1.3.21. Los compuestos se clasifican en propios o univerbales, sintagmáticos y sintácticos o locuciones nominales (11.1b-11.1k).
2.1.3.22. Se estudia la relación entre la composición y la sintaxis (11.2a-11.2v).
2.1.3.23. Se estudian las propiedades fonológicas de las palabras compuestas (11.4a-11.4l).
2.1.3.24. Se admiten las acentuaciones -scopia y -scopía (laringoscopia, laringoscopía, etc.), y también se aceptan dos acentuaciones para las palabras que terminan en el elemento -sfera (biosfera, biósfera, etc.). En el caso de atmósfera, se prefiera la acentuación esdrújula (11.4c).
2.1.3.25. Se prefiere la acentuación llana en los compuestos con -gramo: decigramo, miligramo, excepto en Chile, donde se usan habitualmente las formas esdrújulas (11.4g).
2.1.3.26. Alternan las formas subibaja y subeibaja (11.4l).
2.1.3.27. Se recomienda usar guion en los compuestos de adjetivos cuando el primero de estos conserva íntegra su terminación (árabe-israelí) y también cuando el radical en -o (ruso-) coincide con la forma libre (ruso). Se acepta usar el guion o no cuando las formaciones no se consideran unidades acuñadas: ruso-canadiense o rusocanadiense. En caso de que los miembros de un componente mantengan su denotación independiente, se usa el guion (diálogo hebreo-musulmán); en cambio, si el compuesto se interpreta como fusión de los componentes, no se usa el guion (escritor hispanofrancés) (11.6g-11.6i).
2.1.3.28. Los compuestos verbonominales se estudian detalladamente en los párrafos 11.8a-11.8x.