jueves, 10 de septiembre de 2009

Queísmo y dequeísmo



Por Eduardo Kragelund

El uso incorrecto de la preposición "de" ante una proposición introducida por la conjunción "que", llamado dequeísmo, ha sido duramente combatido en la prensa de muchos países de habla castellana. Sin embargo, el exceso de celo ha hecho que algunos periodistas caigan en el queísmo, una ultracorrección que consiste en cometer el error contrario. Es decir, la omisión automática de la preposición "de" cada vez que precede a la conjunción “que”.

A continuación transcribo algunos ejemplos planteados en el Diccionario Clave sobre cuándo se produce dequeísmo y cómo se puede evitar el error.
[+/-]
- En oraciones subordinadas que funcionan como complemento directo:

Ejemplos:

Incorrecto: Aseguró de que iría
Correcto: Aseguró que iría.

- En oraciones subordinadas que funcionan como sujeto:

Ejemplos:

Incorrecto: Es fácil de que ocurra
Correcto: Es fácil que ocurra

- En oraciones subordinadas que funcionan como atributo:

Ejemplos:

Incorrecto: Lo grave era de que nadie lo sabía
Correcto: Lo grave era que nadie lo sabía.

- En casos en que es otra la preposición correcta:

Ejemplos:

Incorrecto: Quedamos de que iríamos.
Correcto: Quedamos en que iríamos.

Incorrecto: Coincidieron de que había que buscar una solución.
Correcto: Coincidieron en que había que buscar una solución.


Cómo se evita el error

Para saber si la preposición "de" es necesaria, se puede sustituir la oración subordinada por la palabra "eso". Si la preposición coincide con el sentido de la oración completa, significa que es necesaria.

Ejemplos:

Me acuerdo de que dijiste que no.
Me acuerdo de (eso).

Al reemplazar "que dijiste que no" por "eso", la preposición "de" mantiene el sentido original y por lo tanto es necesaria.

Recuerdo de que dijiste que no.
Recuerdo (eso).

Al reemplazar "que dijiste que no" por "eso", la preposición "de" no mantiene el sentido original y por lo tanto no es necesaria.


Otra fórmula para evitar el error

Otra fórmula para saber si debemos o no usar la preposición “de” consiste en convertir la frase en una interrogación. Si en esta se mantiene la preposición y la pregunta se corresponde con el sentido de la oración original, significa que es necesaria.

Ejemplos:

Me acuerdo de que dijiste que no.
¿De qué me acuerdo?
(La preposición se mantiene y por lo tanto es correcta)

Recuerdo de que dijiste que no.
¿Qué recuerdo?
(Aquí desaparece la preposición y por lo tanto es incorrecta)