martes, 15 de septiembre de 2009

Puntuación



Hay variadas formas de puntuar un texto y muchas veces el uso de los signos de puntuación es arbitrario. En literatura hay obras que prescinden de la puntuación o apenas la usan. Así lo hicieron, por ejemplo, Gabriel García Márquez en El otoño del patriarca o José Saramago en Ensayo sobre la ceguera. Con estas libertades literarias, los escritores crean determinados efectos narrativos. Pero si lo que hacemos es periodismo, debemos ser muy precisos para evitar cualquier ambigüedad en nuestros textos y para ello es fundamental que estén correctamente puntuados, entre otras cosas.

Una mala puntuación dificulta la comunicación con el lector y genera, en algunos casos, una idea distinta de la que queremos transmitir. Por ejemplo, el simple cambio de una coma de un lugar a otro de una oración puede modificar el sentido del texto. Una cosa es “se busca empleado, inútil presentarse sin referencias” y otra muy distinta es “se busca empleado inútil, presentarse sin referencias”.

A continuación, reproduzco la parte medular de Los signos de puntuación, capítulo del libro Palabras más, palabras menos, escrito por las uruguayas María Cristina Dutto, Silvia Soler y Silvana Tanzi. En él, las autoras ofrecen un claro y breve resumen de las normas que rigen el uso del punto, la coma, los dos puntos, el punto y coma, los puntos suspensivos, los signos de interrogación y admiración, el paréntesis, las rayas, los guiones y las barras.

[+/-]

El punto

• El punto se emplea para indicar el final de una oración; señala que lo escrito antes es una unidad de sentido.

• Los títulos y subtítulos no llevan punto final (y solo la primera letra va con mayúscula, a menos que contengan nombres propios).

• No se pone punto tras los signos de interrogación y exclamación, tras los puntos suspensivos ni tras el punto de las abreviaturas.

La coma

Es el más problemático de los signos de puntuación debido a sus muchas funciones. Las comas pueden dividirse en dos grandes grupos:

1. Las comas que se utilizan solas. Su función es separar ideas y conceptos.

• En las enumeraciones o series de términos equivalentes:
Sus expresiones eran precisas, personales, cultas y chispeantes.

• Antes de las conjunciones que indican excepción o inclusión (excepto, salvo, menos, aun, incluso…):
Le encantaba caminar por la escollera a media mañana, incluso cuando llovía.

• Antes de las conjunciones que indican oposición o concesión (pero, mas, aunque, sino, si bien…), cuando coordinan oraciones:
Este pequeño cambio es positivo, pero parece insuficiente.

• Para marcar la omisión del verbo:
Los integrantes de la dirección ocuparon los primeros lugares; los
estudiantes, los últimos.

En el ejemplo anterior, la coma sustituye al verbo (ocuparon) a fin de evitar la repetición.

• Para separar lugar y fecha:
Montevideo, 9 de abril de 1988.

2. Las comas que se usan en pareja, cuya función es introducir incisos:

• Aposiciones y subordinadas:

La pobre niña, asustada, se escondió cuando lo vio entrar.
El padre, que empezaba a cansarse, nadaba con dificultad.

Para saber si las comas están correctamente usadas se puede quitar el inciso o cambiarlo de lugar, y comprobar si la oración principal no pierde sentido:

La pobre niña, asustada, se escondió cuando lo vio entrar.
Asustada, la pobre niña se escondió cuando lo vio entrar.

El padre, que empezaba a cansarse, nadaba con dificultad.
El padre nadaba con dificultad.

• Vocativos (1) y fórmulas de tratamiento:

Mire, señora, yo no soporto a los niños.
Lo llaman, don Pepe.

• Conectores o marcadores textuales: por ejemplo, sin embargo, no obstante, por lo tanto, al contrario, por último, en efecto, así pues, ahora bien, ante todo, en cambio, por otra parte, en primer lugar, finalmente, entre muchísimos otros.

Errores en el uso de la coma (2)

1. El más frecuente es la coma entre el sujeto y el verbo:

*La discusión de aquella tarde, degeneró en trifulca.
*La playa pequeña, era el mejor retiro de aquellas vacaciones.

En ninguno de los dos casos debe ponerse la coma antes del verbo. Sería correcta si estuviera abriendo un inciso:

La discusión de aquella tarde, la peor de aquel verano, degeneró en trifulca.
La playa pequeña, a la que iban selectos turistas, fue el mejor retiro de aquellas vacaciones.

2. En las series de ideas análogas aparece a veces una coma innecesaria antes de las conjunciones y, ni u o:

*Sirvieron asado, ensaladas, y postre.
*No sé si ir al cine, o quedarme leyendo.

3. En los incisos, es frecuente que una de las comas se coloque mal.

*La directiva del sindicato anunció, que a pesar de las negociaciones, continuará la huelga.
*El muchacho no sabía bien qué hacer, y por eso, se quedó allí parado.

En el primer ejemplo, la coma debe ir después de que; en el segundo, después de y.

4. También es común que se olvide una de ellas:

*La enseñanza de la literatura cae con frecuencia, en el saber erudito.

Con frecuencia, que es un inciso, podría ir entre comas o bien sin comas, pero no con una sola.

5. Nunca va coma antes de abrir paréntesis o rayas:

*Su equipo, —¡ya era hora!— había ganado el primer partido en el exterior.
*Ian Lancaster Fleming, (Londres 1905-1965) creó el personaje de James Bond.

La coma se coloca después de cerrar los paréntesis o rayas, pero solo si corresponde (es decir, cuando el enunciado lo requiere si se prescinde del inciso).

Su equipo —¡ya era hora!— había ganado el primer partido en el exterior.
Ian Lancaster Fleming, novelista inglés (1905-1965), creó el personaje de James Bond.

Los dos puntos

Hay tres funciones que pueden cumplir los dos puntos:

1. Introducir la transcripción o cita de lo dicho por otra persona.
En sus consejos a escritores, García Márquez advierte: «Cuando uno se aburre escribiendo, el lector se aburre leyendo».

2. Anunciar que tras ellos se nombran elementos implícitos en la primera frase.
Allí estaba toda la vida del campo: labradores, recolectores de frutas, cosechadores, hilanderas, sembradores…

3. Indicar que la segunda frase es una consecuencia de la primera (en este caso, los dos puntos equivalen a las conjunciones porque, ya que, puesto que, por cuanto, pues, etcétera):

El entrenador consultó el reloj: muy pronto sería hora de reunirse con su equipo.

El punto y coma

Tiene dos funciones básicas:

1. Separar oraciones cuyas ideas son muy próximas y que no están unidas por conjunción.

La propaganda se parece mucho a la publicidad; sin embargo, no tienen el mismo objetivo.

2. Sustituir a la coma cuando esta puede dar lugar a confusión. En el siguiente ejemplo, el punto y coma sirve para separar grupos de términos equivalentes.

Los preparativos del cumpleaños la dejaron agotada: fabricó los gorros, las piñatas y las sorpresitas; contrató un mago, un grupo de títeres y tres mozos; alquiló mesas, sillas y una carpa inflable para los más pequeños.

Los puntos suspensivos

Los puntos suspensivos (que son tres y van juntos) se utilizan para transmitir la sensación de duda, inseguridad o vacilación, sobre todo en los diálogos:

—Sí, lo respeto mucho, pero…

En una transcripción, indican que el hablante no terminó la frase:

También sería posible que el secretario… Que no se me malinterprete, por favor.

También pueden sustituir a la palabra etcétera:
Tuvo que cambiar de ciudad, de trabajo, de amistades…

Después de los puntos suspensivos pueden aparecer otros signos de puntuación —coma, punto y coma, dos puntos, cierre de interrogación o exclamación—, excepto el punto. Esa puntuación es la misma que correspondería si los puntos suspensivos no estuvieran.
Los puntos suspensivos entre corchetes o paréntesis rectos indican que se ha suprimido parte de un texto citado. En este caso se llaman puntos de elisión o puntos encorchetados.

La fachada […] recordaba a los palacios venecianos.

Signos de interrogación y exclamación

La función de estos signos se da por conocida. Sin embargo, al aplicarlos se pueden cometer algunos errores.

1. En español, los signos de interrogación y exclamación abren y cierran. Eso se debe a que las preguntas no se anuncian mediante el orden de las palabras. Es un error usar estos signos solo al final de la oración.

2. El signo de cierre se considera un punto, de modo que es incorrecto colocarle un punto inmediatamente después (*?. o *!.). Sí puede ir seguido de coma, punto y coma, dos puntos o puntos suspensivos.

En textos informativos o argumentativos se aconseja usar estos signos con moderación.

Paréntesis

Se utilizan principalmente para encerrar incisos que tienen poca relación con la oración principal: acotaciones, explicaciones, traducciones de términos extranjeros o poco conocidos, fechas, etcétera.

En las elecciones de 1988, el Partido Socialdemócrata (PSD) fue el más votado (29,8% de los votos).
El programa de educación mediante vouchers (bonos o cheques educativos) fue propuesto hace cinco décadas por Milton Friedman.

Cuando hay paréntesis dentro de paréntesis, los interiores se reemplazan por corchetes (al revés que en matemáticas):

Jacques Le Goff: Histoire et mémoire, París: Gallimard, 1975 (publicado en italiano como Fare Storia [Turín: Einaudi, 1981] y en español como Pensar la Historia [Barcelona: Altaya, 1991]).

Rayas, guiones y barras

Se distinguen tres clases de guiones:

1. Las rayas o guiones largos (—), que a su vez tienen dos funciones:
a) or¬ga¬nizar diálogos, marcando los cambios de hablante, y
b) encerrar incisos.

2. Los guiones medianos, también llamados menos o semirrayas (–), que pueden usarse en lugar de las rayas, sobre todo en prensa y en ediciones económicas. Su función específica es el signo matemático de la resta. (3)

3. Los guiones propiamente dichos (-), que se usan para cortar palabras al final de línea y en términos compuestos (económico-social), así como para establecer los extremos de un período (1914-1918, Montevideo-Pando).

Rayas

Una de sus funciones es encerrar incisos cuya relación con la oración principal es menor que la de los incisos encerrados por comas. Cumplen así una función parecida a la de los paréntesis.
Las rayas abren y cierran, aunque el inciso esté al final de la oración. Solo se omite la de cierre cuando coincide con un punto y aparte (fin de párrafo).
En los diálogos, las rayas indican el cambio de hablante y también se usan para incorporar las aclaraciones del narrador.

Ubicación

Cuando las rayas encierran un inciso, se colocan pegadas a este, con espacio antes de la raya de apertura y después de la de cierre.

A pie se dirigió a Edimburgo —un viaje de casi doscientos kilómetros— para unirse al regimiento en que había servido su padre.

Si coinciden con un signo de puntuación, este se coloca después de cerrar el inciso.

Regresó acompañado del hijo mayor —entonces de 17 años—, quien no se despegó de su lado.

Cuando indican un cambio de hablante en una entrevista o un diálogo, se colocan pegadas a la primera letra o signo. (4)

—Tendremos que asegurarnos de que nadie abra el pico.
—Sí, pero cómo.
—¿Conoces algún método mejor que una bala en la cabeza de cada testigo?

Si al transcribir un diálogo el autor intercala acotaciones o comentarios, estos se encierran entre rayas.

—Sí. Fue Andy Sullivan —dijo el que parecía ser el jefe.
—Es fácil echarle la culpa a un muerto —bromeó el viejo.

Guiones y barras

Es común confundir el uso de la barra (/) con el del guión (-), por influencia del inglés. En castellano la función es distinta y hasta opuesta.
El guión indica vinculación:

En cada consultorio funciona un programa materno-infantil.

A veces sustituye a la preposición a:

La Segunda Guerra Mundial (1939-1945)…
Este tema se trata en las páginas 179-192.

En cambio, la barra indica disyunción, alternativa o contraposición:

Se afirma que las neurosis/psicosis tienen su origen en la primera infancia.

No se usa guión después de la partícula ex (ex ministra, ex alumno) ni después de la negación no (pacto de no agresión; no injerencia en los asuntos internos). Tampoco se usa después de los prefijos —como anti-, auto-, bi-, bio-, contra-, (h)exa-, homo-, hetero-, infra-, inter-, intra-, mono-, multi-, neo-, pan-, penta-, pluri-, poli-, pos(t)-, pre-, pro-, semi-, (p)seudo-, (p)sico-, sub-, socio-, super-, supra-, tetra-, tra(n)s-, tri-, vice-, etcétera—, que simplemente se unen a la palabra siguiente:

antieconómico, infrahumano, pluripartidismo, sociocultural, vicepresidente.

Solo se usa el guión cuando al prefijo le sigue un nombre propio, una sigla o una cifra:

anti-Bush, pro-OSC, sub-23.

Notas

1. El vocativo es la interpelación directa al interlocutor o al destinatario del texto.

2. El asterisco (*) antepuesto indica que el ejemplo no es correcto.

3. La raya y el menos no se encuentran directamente en el teclado. En Word para PC, la raya se consigue presionando Ctrl + Alt + - (guión del teclado numérico) o Alt + 0151. El menos se obtiene presionando Ctrl + - (guión del teclado numérico) o Alt 0150.

4. Los ejemplos que siguen han sido tomados de Milton Fornaro: Si le digo le miento